¿Me conviene pagar mi deuda?
Seguramente habrás escuchado esta clásica recomendación: “Si tienes un poco más de dinero, úsalo para generar más dinero”. Y tiene bastante sentido.
Ahora bien, ¿qué sucedería si, a la vez, tienes deudas? ¿Convendría más, en ese caso, usar aquel extra para pagar las deudas o utilizarlo para ganar más dinero?
Si te encuentras en una situación de estas características, te dejamos algunos tips a considerar para solucionar el dilema, de manera que tomes una buena decisión: Primero, analiza dos elementos: deuda e inversión.
- Deuda: Revisa con detalle la deuda que pagarías con tu dinero extra. Ve cuánto debes y agrega la tasa de interés.
- Inversión: Analiza minuciosamente el uso que le darás a ese dinero extra. Toda inversión implica cierto riesgo, pero dependiendo de tu perfil como inversionista deberás evaluar si invertirás de manera más conservadora o algo más riesgosa.
Segundo, plantéate la siguiente inquietud: ¿La inversión que haré con mi dinero me proporcionará un retorno más alto o más bajo a si pagara mi deuda directamente?
Veámoslo con un ejemplo concreto: si tu deuda tiene una tasa de interés del 8% anual, pero sabes que invirtiendo ese dinero podrías obtener un retorno anual del 10%, conviene invertir.
Por el contrario, si tu deuda tiene un interés de un 8% anual, pero con tu dinero puedes generar un 5% de rentabilidad anual, te conviene pagar la deuda.
La lógica es pagar la deuda siempre y cuando el interés sea tan alto que no puedas superarlo con algún método de inversión.