Los beneficios de un ecosistema fintech potente en Latinoamérica
El fortalecimiento de la industria fintech viene aparejado de numerosos beneficios para todos sus habitantes, en materias como financiamiento, ahorro, inversiones y métodos de pago, permitiendo un mayor acceso a una importante diversidad de servicios.
*Por Daniel Echecopar Kisic, head of growth de SoyFocus
El ecosistema fintech latinoamericano continúa creciendo rápidamente y así lo demuestra un informe de Latam FinTech Hub, que precisa que durante el primer semestre de 2021 las empresas de este sector en la región, lograron cerrar US$ 7.598 millones en financiamiento. Para hacerse una idea, lo alcanzado en la primera mitad del año, superó con creces la inversión acumulada en todo el 2020, cuando las inversiones en fintech se situaron en US$ 2.989 millones.
Estas son noticias muy alentadoras para la región, ya que el fortalecimiento de la industria fintech viene aparejado de numerosos beneficios para todos sus habitantes, en materias como financiamiento, ahorro, inversiones y métodos de pago, permitiendo un mayor acceso a una importante diversidad de servicios.
Justamente el acceso a los servicios es uno de los grandes problemas existentes en Latinoamérica, con importantes segmentos de la población que no cuentan con un lugar donde alojar su dinero de forma segura, manteniéndolo en efectivo; con emprendedores que tienen escasas posibilidades de acceder a créditos para financiar a sus empresas; o con personas que no pueden adquirir los bienes que desean por no tener la disponibilidad de medios de pago diferentes al efectivo, entre otros.
Pero estas brechas hoy se están acortando, gracias a la existencia de fintech que acercan estos servicios de forma rápida, segura, a bajo costo y con servicios de calidad. El crear una cuenta para invertir sin la necesidad de ir a una sucursal, conseguir créditos para financiarse en 24 horas con bajas tasas, pagar en comercios internacionales sin la necesidad de una tarjeta de crédito, son algunos ejemplos de lo que significa tener un ecosistema fintech potente y democratizador.
En ese sentido, otro beneficio relevante del desarrollo de la industria fintech, es la existencia de una mayor competencia en el sistema financiero, obligando a los actores tradicionales a desarrollar nuevas innovaciones que puedan competir con las nuevas empresas, y a dejar de lado la comodidad que los ha caracterizado, entregando muchas veces servicios de dudosa calidad, prohibitivos para la mayoría de las personas y a altos costos.
Según un informe de Fitch, si bien el ecosistema fintech de América Latina aún no constituye una amenaza para las instituciones financieras tradicionales, la pandemia ha acelerado drásticamente el ritmo de la digitalización en la mayoría de los países, y las fintech se beneficiarán de una expansión futura. En esta línea, la clasificadora señala que la aceleración posterior a la pandemia para adoptar los canales digitales, junto con la creciente actividad de las fintech, obligará a los bancos tradicionales a mantener una fuerte inversión en tecnología.
Por último, no se puede dejar de lado la importancia que tienen las fintech en el desarrollo de los países. El acceso a más y mejores servicios, la democratización del sistema financiero, permitiendo que cualquiera pueda participar de él sin sesgos, y el aumento de la competencia en sectores donde casi no había, generarán mercados más dinámicos y, en consecuencia, economías más robustas para el desarrollo de innovación y la creación de valor para los habitantes de Latinoamérica.
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