Entrando a una nueva era, por La Tercera
En agosto del año pasado, en Estados Unidos se alcanzó un hito que Bloomberg calificó como el “fin de una era”. Por primera vez en la historia los fondos accionarios de gestión pasiva superaron a los activos, en términos de montos administrados (US$4.271 trillones vs US$4.246 trillones).
Para empezar, es importante entender la diferencia entre ambos. Los fondos de inversión que invierten en activos que se transan en bolsa, pueden ser divididos en dos tipos según la filosofía que guía la forma en la que invierten: activos o pasivos. Los primeros buscan ganarle al mercado y los segundos simplemente lo siguen.
El partido de las inversiones se juega en una cancha que se denomina “el mercado”. Éste por lo general se representa como un índice de precios promedio de un grupo de papeles (“benchmark o índice de mercado”), como puede ser el IPSA en Chile o el S&P 500 en Estados Unidos.
Las estrategias activas quieren ganarle al índice de mercado. Se denominan así porque buscan “activamente” oportunidades de inversión que logren una rentabilidad por encima del promedio y así tener mayores retornos. Compran las acciones con las que creen que les va a ir mejor y venden las que creen con que les va a ir peor. Juegan al ataque y suponen que tienen capacidad de predecir tendencias y movimientos futuros de los mercados.
En contraste, los fondos pasivos tienen una aspiración más modesta: empatarle al mercado. Se conforman con reproducir de forma lo más fidedigna posible el retorno de su índice. Esto lo hacen construyendo un portafolio que represente bien al índice, o en algunos casos, abiertamente copiando la composición del benchmark. Dentro de esta categoría se encuentran los Exchange-Traded Funds (ETFs), que son fondos de inversión transados en bolsa. Por ejemplo, un ETF que siga al IPSA busca tener retornos similares a éste.
Por lo general, los fondos de gestión activa tienen comisiones mayores debido a que tienen equipos experimentados y competentes para encontrar oportunidades que tengan retornos superiores al promedio de mercado. Estos equipos son caros de mantener y eso se traduce en comisiones mayores con respecto a los fondos de gestión pasiva, típicamente entre un 1,5% y 2,0% en Chile, puede ser más en algunos casos.
En cambio, los fondos pasivos tienen costos bastante más bajos. Como su política de inversiones es seguir la “receta” del índice, sus procesos de inversión son más simples y muy automatizados, lo que les permite tener una estructura más liviana de operación. Se puede encontrar ETFs en Chile con remuneraciones que van entre 0,2% y 0,5%.
Ambos tipos de fondos están expuestos a los riesgos del mercado. Uno pasivo replicará los retornos negativos de los mercados cuando los haya. Por otro lado, uno activo probablemente también sufra en un entorno negativo o si sus inversiones no tuvieron los retornos esperados.
Típicamente se argumenta que los fondos pasivos no pueden proteger a sus inversionistas de periodos de volatilidad, mientras que un gestor activo puede tomar decisiones con una perspectiva más amplia y tiene la libertad de ajustar el portafolio para sobrellevar ese periodo. Sin embargo, también se puede decir que son pocos los gestores activos que logran consistentemente tener retornos superiores que el mercado en el largo plazo. Sin embargo, de acuerdo con un estudio de S&P sólo un 2% de los fondos de acciones chilenas lograron un rendimiento mayor al del mercado nacional en un período de 10 años.
Pero ¿cómo saber qué es lo mejor para mí? La respuesta siempre es: depende. Cada inversionista tiene que entender cuáles son sus metas u objetivos a la hora de invertir y qué tan involucrado quieres estar. Posiblemente haya lugar para ambos en un portafolio bien diversificado así que no necesariamente es una decisión binaria.
Si tienes acceso a un gestor de inversiones que consistentemente le gane a su benchmark, ciertamente que vale la pena pagar el costo adicional que implica tener tus inversiones con él. Si no estás muy convencido y además no quieres estar constantemente monitoreando tu inversión, probablemente una combinación de ETFs o fondos pasivos es lo mejor para ti.
El efecto de las comisiones (o remuneraciones) en el tiempo tiene un impacto significativo en el retorno de las inversiones. A diferencia de la rentabilidad, las comisiones son algo cierto y esto lo convierte en un factor relevante para varios inversionistas al momento de decidir cómo y con quién componer sus carteras. Como en cualquier otra cosa, si uno va a pagar un precio más alto, debe cuidar que lo que uno esta comprando tenga un beneficio superior a la alternativa de bajo costo.
Lo que sí es claro es que los fondos de gestión pasiva llegaron para quedarse. Esto no sólo es cierto para mercados desarrollados, sino que también en Chile, donde están apareciendo instrumentos interesantes que no sólo que replican el comportamiento del IPSA, sino que también índices de renta fija, instrumentos de corto plazo, entre otros. También hay gestores de inversiones y de fondos mutuos que los están utilizando para proveer acceso a sus clientes a carteras altamente diversificadas a bajo costo para sus clientes.
¡Bienvenido a la nueva era en inversiones!
Fuente: La Tercera