El lunes empiezo la dieta
Invertir es como hacer dieta. El primer paso siempre es el más difícil de dar. Uno se la pasa postergándolo porque es rico comer, al menos para mí. Y los fines de semana como (y tomo) más de lo normal.
Invertir (o ahorrar) es parecido, es un comportamiento virtuoso (no hay un juicio de superioridad moral acá): Se trata de postergar el consumo que podrías hacer ahora con el objetivo de usar esa plata en el futuro. Y ojalá que esta se multiplique para que valga la pena haber hecho el sacrificio.
Con el paso de los años cada vez se hace más difícil mantenerte en tu peso ideal. Causas como la falta de tiempo, el estrés y la rutina diaria influyen en que nuestro metabolismo y cuerpo se hagan más lentos. Lo que nos obliga a tener en cuenta lo que comemos y el ejercicio que hacemos para mantenernos bien. O sea, tenemos que esforzarnos más para llegar al mismo lugar.
Metabolismo financiero
En las inversiones pasa lo mismo. Mientras más postergues tu ingreso a este mundo, más esfuerzo te tomará llegar adonde quieres.
Cuando inviertes y vas teniendo rentabilidad, por ejemplo, un 8% al año (algo no tan raro, apreta aquí para ver post explicativo). Si inviertes $100.000 a tus 25 años, esa plata se habrá multiplicado por 21 cuando tengas 65. O sea, podrías tener $2.172.000 a esa fecha.
En cambio, si postergas la dieta hasta cuando tengas 35 años, tendrías que partir con $215.000 para juntar lo mismo a los 65 años. ¡Más del doble de plata!
Al invertir, nuestro “metabolismo financiero” envejece con nosotros. Empieza hoy y no te quedes atrás.
“Es que siempre me lo han hecho muy difícil invertir, me hablan en raro, me recomiendan cosas que no entiendo y me hacen firmar una tonelada de papeles”.
En FOCUS te ayudamos en el camino y te lo explicamos, en simple, para que logres tu objetivo: rentabilidad.