Las ventajas que no todos saben sobre invertir con criterios ESG

Es 1960 y los vietnamitas luchan contra el ejército norteamericano en una cruda guerra. Mientras que, en Estados Unidos, los jóvenes protagonizan grandes marchas, exigiendo que las universidades dejen de invertir en empresas militares.  

Es en este histórico momento, que surge el interés por las inversiones éticas, sostenibles y medioambientales. Décadas después, en 1990, se crea el Dow Jones Sustainability Index, el primer índice global que introduce criterios de sostenibilidad. 

Actualmente parte de los conceptos mencionados antes, se agrupan en lo que se conoce como los criterios ESG (por sus siglas en inglés – ambientales, sociales y de gobernanza), pero ¿cómo se relacionan con el mundo de la inversión? Antes de empezar a hablar de lleno en el tema es necesario definir algunos conceptos.  

¿Qué se entiende por una economía sostenible? 

Una economía sostenible quiere decir varias cosas; se aumenta el bienestar de las personas, se reduce la pobreza y se ayuda al progreso de generaciones actuales y futuras, sin consumir más recursos que los que el planeta pueda producir.  

Inversión socialmente responsable y de impacto 

Estos dos conceptos son muy parecidos y se suelen confundir cuando se habla de estos temas, pero tienen una diferencia puntual. La inversión socialmente responsable se refiere a incorporar métricas ESG en las decisiones de inversión de la empresa. Por otro lado, la inversión de impacto es aquella que al producirse, genera un valor tanto en lo social como lo ambiental y ese valor puede medirse. 

¿Cuáles son los factores ESG? 

  • Ambiental: cambio climático, agotamiento de recursos, residuos, contaminación. 
  • Sociales: condiciones laborales, salud y seguridad, comunidades locales, buena relación con los empleados. 
  • Gobernanza: compensación de ejecutivos, soborno y corrupción, estrategia fiscal.  

Con el paso de los años, cada vez más empresas velan porque sus proyectos no causen daño ambiental o fomenten aspectos sociales, y al mismo tiempo la cantidad de inversores que buscan alinear sus objetivos de rentabilidad con sus valores va en aumento. Según Morgan Stanley, un 86% de los jóvenes tiene interés hacia inversiones sostenibles.

Pero ahora corresponde preguntarnos, ¿para qué realizar este tipo de inversiones? ¿qué ventajas tiene?  

  • Se puede impulsar un mejor desempeño financiero: DWS Investments, realizó un análisis de 2000 estudios académicos  sobre cómo afecta la incorporación de factores ESG al desempeño financiero. El resultado entregó una correlación positiva, en donde 9 de cada 10 casos presentaban resultados positivos. 
  • Incorporar métricas ESG cada vez cobra más relevancia en el deber fiduciario (obligación legal que tiene el inversor con su cliente) de los inversores hacia sus clientes. Asimismo, los clientes están siendo cada vez más exigentes y piden más transparencia de donde se invierte su dinero.  
  • Menos riesgos: este tipo de inversiones ayuda a mitigar un sinfín de riesgos, tales como el evitar exposición a empresas expuestas por denuncias por contaminación, malestar laboral, algún problema con accionistas, etc. Todos estos casos podrían dañar la reputación de la empresa y en consecuencia sus resultados financieros.  

En conclusión, ignorar en nuestras inversiones la incorporación de aspectos ESG es ignorar riesgos y oportunidades que podrían tener un impacto significativo en los rendimientos.  

Por otra parte, luego de la crisis subprime, el marco regulatorio está tomando un rol más importante, por lo que las normas relacionadas a criterios ESG son más estrictas. Es muy importante para las empresas no quedarse atrás y tomar la iniciativa.